top of page

Carta de San Valentín para las mujeres solteras


Hermana: El día de hoy verás las redes sociales llenas de fotos de parejas sonriendo, algunas compañeras subirán un bonito arreglo de rosas, unos chocolates, irán a comer a lugares bonitos o escogerán alguna foto de hace tiempo que tenían guardada en su galería y deciden subirla hoy con un mensaje tierno a su pareja – esposo, novio, date -.


Te confieso que incluso hasta puede que yo lo haga, después de trabajar iré al cine con mi novio, ya casi son los Oscar’s y aún nos faltan algunas películas nominadas por ver, si podemos tomarnos alguna linda foto, la subiré y le escribiré algún mensaje tierno.


¿Pero sabes? Se dice fácil, parece fácil, parece que “tuve suerte” o que todo se dio como si nada, déjame contarte que el poder llegar a un momento así: a estar en paz con alguien, a entregarle mi corazón, mi confianza, mis palabras lindas, mis pensamientos, mis dudas, mis sonrisas, mis silencios, mi tiempo, mis tristezas, mi familia, mis sueños, mis metas, ¡mi mundo! Me llevó un largo camino de aprendizaje, subidas, bajadas, introspección y mucho amor propio.


Pasé muchos “San Valentines” sola, mi único plan era ir a cenar con amigas, estar con mis papas y en la noche ir a alguna de esas fiestas que los antros aprovechan a organizar “para solteros(as)”, soñando que tal vez en alguna de esas salidas nocturnas conocería al amor de mi vida.


¡Qué mentira! ¡Cuánto me faltaba por recorrer!


Las mujeres guardamos mucho amor en el corazón, a veces se nos desborda en maneras que no sabemos hacia donde encausarlo, te entiendo más de lo que te imaginas, yo veía fotos de parejas y decía ¿pero por qué yo no puedo tener un amor así, por qué no puedo ser feliz?


¡Segunda mentira! ¡Cuánto me faltaba por aprender!


Después de mucho análisis, comprendí que feliz ya era, pero nos hacen creer que para estar “completa” necesitas a una pareja e incluso para no sentirnos solas y "aisladas" solemos salir con personas tóxicas y que no están para nada en nuestro nivel de sintonía y vibración.


¡Tercer error! ¡Cuánto me faltaba por aprender!


Decidí aprovechar ese tiempo de soltería para enamorarme de la vida, de mí, de mi familia, de mi trabajo, de mi esencia. Y eso hice. Mi tiempo sola fue el de más crecimiento espiritual en mi vida, aproveché para encontrar las causas que me apasionan, conocí personas en todo México, viajaba para ir a escuchar una conferencia o impartir un taller, me entregué a mi familia, a mis amigas, a mis proyectos, a mis libros, a mis películas, a mis causas sociales, a la política, a la psicología, al estudio, a sonreír hasta dolerme la panza, a hacer ejercicio, a arreglarme para mí, a soñar y sobre todo a amarme a mí misma y a todo lo que me rodeaba.


Y sólo en ese momento, cuando estaba más feliz que nunca, llegó el amor a mi vida. Y llegó de la manera más random que se pueden imaginar, no fue en un antro, sólo les puedo decir eso ja, ja (algún día les contaré con más calma cómo conocí a Rodrigo, mi novio).


No te preocupes, mujer, sonríe porque te tienes a ti misma: estás en el momento perfecto para cultivarte, para autorrealizarte y llegar a ser esa mujer completa que algún día conocerá a alguien con quien podrá hacer equipo, pero no buscando que te complemente, si no siendo ambos un equipo sólido.


Sé que después de los 20’s empezarás a sentir cierta “presión social”, tus redes sociales estarán llenas de fotos de personas comprometiéndose, casándose o teniendo bebés. Regresamos al inicio, HOY día de San Valentín verás que muchas personas son felices en pareja y ¡qué bueno! Deséales el bien, deséales felicidad...


¿Pero sabes? Tú estás en una oportunidad inigualable para cultivar tu alma y ser esa mujer fuerte, feliz e inquebrantable. Sólo de esa manera podrás atraer al hombre correcto. Sólo de esa manera podrá llegar un hombre que esté dispuesto a hacer equipo con esa guerrera en que te convertirás, un hombre que no se sienta intimidado al caminar de la mano de una mujer independiente y madura. Un hombre que viva las nuevas masculinidades no sólo en discurso, si no en el día a día.


Estoy segura que llegará cuando tú estés más feliz y ni siquiera lo estés esperando.


Te abrazo con el corazón.

Gracias por leer, YZ.

bottom of page