Este libro y el de “La cabeza de mi padre” de Alma Delia Murillo siempre estarán en mi memoria como los grandes acompañantes: estuvieron conmigo en esos días de hospital, cuidando a mi papá por una operación de emergencia.
Hoy todo está bien. La sanación llegó, junto a las personas que la trajeron, y las y los doctores (las personas de carne y hueso en la tierra que nos recuerdan que Dios no nos suelta), hicieron su labor.
Por eso, he retomado mi pluma y les traigo una nueva reseña.
No sin antes mencionar que el poder que tienen los libros para calmarnos en los momentos de más angustia, desesperanza y duda, es magnánimo.
Llegaba al hospital a hacer relevo con mamá, saludaba a las enfermeras y enfermeros, seguía las indicaciones de las y los doctores y mientras papá dormía, yo leía.
Hay muchas más experiencias que les quiero compartir de esos días, sigo procesando todo poco a poco, por lo pronto, les subí un video resumiendo mi experiencia en esos 8 días, está en todas mis redes sociales.
Regresemos a “Ciudad de mujeres” de Elizabeth Gilbert, el tercer libro que leo de ella, el primero fue “Comer, Rezar, Amar”, el cual le ha dado la vuelta al mundo, no solo con el libro, también con la película que es una adaptación de la historia.
Que, por cierto, así como muchas otras reseñas, se les debo. La verdad, lo leí hace mucho, creo que estaba en la secundaria, mi intuición me dice que es momento de releerlo, será muy pronto y les prometo que la reseña llegará, gracias por su paciencia. El segundo que leí de ella es “La firma de todas las cosas”.
Pero “Ciudad de mujeres” es su pieza más reciente y lo maravilloso de las novelas, es que, mientras yo estaba en un hospital de Tuxtla Gutiérrez, al leer el libro me trasladaba a las calles de Nueva York saliendo de una función en Broadway.
Así que ya les di la primera clave: Ciudad de mujeres es una novela que transcurre en Nueva York.
Pero no en el NY actual, sino en el de 1940 a 1980 aproximadamente, mientras el mundo estaba en la Segunda Guerra Mundial y el teatro era una forma de olvidar que, del otro lado del mundo, un familiar tuyo podría estar siendo asesinado.
Incluso también era la forma en que, de manera metafórica las y los estadounidenses terminaban con Hitler, algo que después, se materializó.
El formato del libro son cartas escritas por la protagonista de la historia, en las cuales va recordando y contando sus vivencias (sin perder detalle alguno), a una mujer que vive en la actualidad y que, de alguna forma, por circunstancias de la vida, difíciles, pero a la vez especiales, están conectadas.
Al principio aborda los problemas existencias, dudas, miedos, picos de baja y alta autoestima por los que pasa una adolescente. Al mismo tiempo, brinda una aproximación a las presiones sociales y estigmas patriarcales a los que se enfrentaba una mujer joven en esa época.
La protagonista vivió un despertar sexual desde joven (lo cual, siempre fue un pesar para ella), pero con su madurez comprendió que solo era una mujer ejerciendo su derecho al placer y disfrutando su sexualidad, por lo tanto, no tenía nada de que avergonzarse. Y el alivio llegó, junto con más disfrute y goce.
Según lo que comparte la autora, en la época que vivía la protagonista de la historia (Vivian), “ni siquiera estaba permitido que un médico le pusiera un dispositivo anticonceptivo a una mujer soltera”, nos comparte.
Tristemente, también da a entender que la protagonista y su amiga Celia, fueron víctimas de abuso sexual.
La historia está llena de relaciones de amistad y amor muy intensas, con traiciones y dudas, incluso Vivian experimenta el duelo de perder una amistad, entendiendo que fue alguien que la acompañó en una etapa y ya.
Todo esto, mezclado con un toque pícaro y divertido, Elizabeth no duda en compartirnos su gran sentido del humor.
Por otro lado, si eres fan del teatro, esta historia te va a fascinar, porque aborda todo lo que pasa detrás del montaje de una obra, desde los camerinos, la limpieza, las finanzas, la forma cómo viven las actrices, actores y directoras, hasta qué pasa cuando se escribe un guion.
Si te gusta la moda, la costura y los vestuarios, también la disfrutarás, porque esa era la actividad principal de la protagonista de la historia, incluso cuenta sus vivencias con Coco Chanel.
Tiene su toque histórico y político, pues todo, ocurre en el marco como ya mencioné, de la Segunda Guerra Mundial. Vivian y sus amistades artísticas eran progresistas, amaban a Roosevelt, mientras su familia conservadora, lo detestaba.
También tiene una aproximación a un proceso de escarnio público y al poder que tiene la prensa para potenciar o destruir una carrera: lo que los poderes fácticos decidan.
Otra cosa que me encantó: Gilbert muestra su postura a favor del aborto.
Y al mismo tiempo, nos comparte a través de un personaje, las emociones tan variadas que se viven en la maternidad, aquella que la sociedad romantiza, pero no siempre es así.
Aborda también mucho de salud mental, adicción a sustancias, el estrés postraumático que experimentan las personas sobrevivientes de la guerra y del arrepentimiento que puede experimentar un hombre por ser un macho, precisamente de esto último, se deriva la segunda parte de la historia.
Retrata a la perfección la hipocresía de la sociedad machista y moralina, pues mientras a dos mujeres el escarnio público las destrozó, al hombre, se le permitió seguir con su vida como si nada, lo cual tristemente, sigue pasando en la actualidad, nunca se juzga con la misma vara.
Otra cosa que me gustó mucho fue la forma de abordar la resiliencia, no importa cuántas veces sucedan crisis, no importan las dudas, no importan los cambios tan abruptos que afrontes, siempre puedes empezar de nuevo, siempre llega un nuevo comienzo.
Incluso, tienes el poder de elegir y formar, con amor y paciencia, tu nueva vida, tu nueva relación, tu nuevo trabajo, tu nueva familia.
Elizabeth, gracias por recordarme que el amor llega cuando menos te lo esperas y aunque te niegues a él, llegará.
Gracias por recordarme que encontrar tu pasión en la vida, tener conversaciones profundas y amar, es un verdadero gozo y privilegio.
Y gracias por recordarme que la vida siempre te llevará a encontrarte con tus grandes pasiones, de maneras inesperadas: la psicología, el feminismo y los libros, porque al final de esta lectura, encontrarán un personaje que es psicóloga y feminista y me sentí muy identificada. Todo, siempre se termina conectando.
Así como el amor. Ese amor que nos merecemos.
Gracias por leer, nos vemos en la próxima reseña.
Con amor, Yuli Zuarth.
Frases favoritas
Una no puede andar siempre con remordimientos
No existe una mujer como tú. Lo he investigado y no existe
Me limité a observar la electricidad entre ambos
Era una mujer valiente que jugaba al juego de la vida y permitía que la vida jugara con ella
Todo éxito es efímero
Alguien se convierte en estrella cuando la gente decide adorarte en masa
Posee el rostro de una mujer que ha vivido abrigando grandes sueños
Le brillan los ojos como a alguien que siempre espera buenas noticias
Los minutos pasaron supongo. Siempre lo hacen
A grandes males, grandes remedios
Pelea tus propias batallas
Cuanto antes muerdas el polvo, antes podrás empezar a reconstruir tu vida
Pero, cuidado, Angela: cuando una mujer dice de un pretendiente “Qué hombre tan agradable”, puedes estar segura de que no está enamorada
Una vez que dejas entrar a la verdad en una habitación, es posible que esa habitación ya no vuelva a ser la misma
La vida te enseñará que no hay que tomarse las cosas tan en serio, querida. El mundo no para de cambiar. Aprende a aceptarlo. Las personas hacen promesas y luego las rompen
Ponle una medalla, si quieres, pero no te cases con un hombre solo porque sea agradable. Es la única razón para casarse con alguien, estar enamorada o que te guste
Todo cambia después de una guerra
Cuando algo se acaba, hay que aceptarlo
Tienes que estar convencida de que lo estás creando es sagrado
Aprendí a entender el miedo
Es posible que ya no creyera necesitar a un hombre para muchas cosas (En realidad, si he de ser sincera, solo lo necesitaba para una)
Tenía que haber algo más en la vida que trabajo y más trabajo
Nada te descabala más la vida que el amor verdadero
La guerra me había hecho comprender que la vida es tan peligrosa como efímera, y que por tanto no tiene sentido privarte de placeres o de aventuras mientras estás en este mundo
En la vida de una mujer llega un momento en que se cansa de sentirse culpable todo el rato. A partir de ese momento, es libre de sentirse en quien de verdad es
Me enamoré de él y no tenía ningún sentido. No podíamos ser más distintos. O quizá es ahí donde mejor florece el amor, en el profundo espacio entre dos polos
La vida es algo que te pasa y ya está. Lo único que pueden hacer las personas es seguir adelante lo mejor que pueden
Bueno, pues creo que tienes suerte ¿Y eso porqué? – Pregunté. -Porque no todo el mundo sabe cómo encontrar satisfacción
Un amor así es como un pozo profundo de paredes escarpadas. Una vez caes en él, ya no hay manera de salir: siempre querrás a esa persona
Llevarlo en mi corazón me hacía sentir que tenía derecho al amor
El tiempo que pasamos juntos transcurría fuera del mundo, así es como lo percibía yo. Nada de lo que hacíamos era normal
Entonces abrí la boca y hablé sin más, confiando ciegamente en que el destino y el amor me concedieran las palabras adecuadas
No puedo vivir sin ti. Muy bien. Porque nunca tendrás que hacerlo
Yo nunca había sido una ardiente admiradora de la sociedad, de manera que no me pareció mal que se le cuestionara. De hecho, toda aquella insubordinación, rebelión y creatividad me maravillaron
Creo que un vestido debe hacer justicia no solo a la belleza de una mujer, también a su inteligencia
A nadie le gusta que le cuenten el dolor ajeno (y, además, llega un punto en que el dolor de todos es idéntico)
Había rincones en mi interior a los que solo él había tenido acceso
He conocido a personas de lo más amables y cariñosas, pero no eran él
Es el único hombre al que he querido de verdad, con toda mi alma
Fue la persona con quien he visto más amaneceres en mi vida
Espero que, a pesar del dolor, conserves tu fortaleza de corazón
Me transportaste a esa época, los autos, me imagine esos abrigos como de pieles exóticas, tipo Marilyn Monroe, donde los filmes eran blanco y negro, con cámaras de un flash que tronaba el foquito, que difícil vivir en ese momento, toda la revolución interior que debieron vivir el romance, amor y disfrute de la sexualidad con placer, había cosas muy fuera de si, y que valiente de escribir todo lo que se vivió, el aborto tiene que ser legal, todas mujeres solo deben decidir sobre vida, el estado debe garantizar la sanidad de todas las mujeres, para evitar la clandestinidad de los abortos que cobran la vida de mujeres a diario, que horrible que el encuentro sexual haya sido mediant…