Este libro es una muestra de que todo lo que está destinado para ti, llega de alguna u otra forma y casi siempre, sin que lo esperes. Lo digo no por él en sí mismo, si no por la valiosa información que me proporcionó.
Sí es un “Premio Nobel de literatura”, sí está escrito por uno de los más grandes escritores hispanohablantes de todos los tiempos y sí es realmente buena, pero a la vez es muy mala. Y no es mala porque Vargas Llosa escriba mal, le falte contenido o la sintaxis sea incorrecta, es mala porque te muestra hasta donde puede llegar la perversidad humana.
Entre política, familia, amor, desamor, guerra, violaciones, conspiración, avaricia, traiciones, corrupción y el mar de fondo como escenario, Vargas Llosa nos retrata con su pluma la cruda realidad que vivió la hermana República Dominicana.
En resumen, el libro me deja dos grandes enseñanzas, una que quedará en el archivo de cosas desagradables y otra que guardaré en mi cajón de memoria de lucha feminista y justicia social. Ahora verán porqué.
Rafael Leónidas Trujillo Molina alias “El Chivo”, fue un tirano y dictador. Gobernó con represión durante 30 años y fue responsable de la muerte de más de 50,000 personas, su dictadura es conocida como una de las más sangrientas de América Latina. Rafael Trujillo era un hombre que tenía la manía de orinarse en los pantalones, al amanecer corría en el malecón, tal vez de esa manera tenía el tiempo suficiente para seguir creyéndose él mismo su mentira: que “quería lo mejor para su gente”, al mismo tiempo que mandaba a asesinar a quien tuviera el valor de cuestionar sus decisiones, que con una sola mirada podía imponer respeto y que podía escoger a las mujeres como si fueran objetos de un catálogo, para violarlas por la noche, en una “fiesta” privada.
Justo eso simboliza la “Fiesta del Chivo” una alusión a la violación, a la tiranía, a la más vil crueldad humana, y al delito. Era tanto su egocentrismo que la actual capital Santo Domingo llevó el nombre de su apellido de 1936 a 1961 “Ciudad Trujillo”.
Vargas Llosa le da voz a Urania, una mujer que despertó mi curiosidad, ya casi al final de la novela nos cuenta el gran secreto y entonces entendemos todo, confieso que desde un principio sospechaba algo así, pero de todos modos, el leer su experiencia es algo que me sigue enchinando la piel.
También le da voz a algunas de las valientes personas dominicanas que iniciaron la transición a la democracia, y justo aquí inicia mi parte favorita, les contaré la razón de porque ahora entiendo que esta historia algún día llegaría a mí y porque quedará en mi cajón de lucha feminista y justicia social:
Seguramente todos y todas han escuchado que cada 25 de noviembre se conmemora el “Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer”, también conocido como “El día Naranja”. Incluso ahora todos los días 25 de cada mes puedes portar una prenda naranja para decir frases como “Basta de violencia contra las mujeres” o “Le pongamos fin a la violencia contra las mujeres”.
Bueno y ahora les pregunto ¿Saben porque se conmemora el 25 de noviembre y no otro día? ¿Saben qué hecho inspiró esta conmemoración? En “La Fiesta del Chivo” encontré la respuesta.
Miles de ciudadanos y ciudadanas dominicanas participaron en la lucha secreta para derrocar la dictadura de Trujillo “El Chivo”. Dentro de esas valientes ciudadanas habían 3 hermanas, Patria, Minerva y María Teresa, las hermanas “Mirabal” quienes organizaban reuniones, conseguían armamento y apoyaban a sus maridos encarcelados para continuar con la lucha contra Trujillo.
Ellas tres, fueron asesinadas brutalmente un 25 de noviembre de 1960. En el libro, se relata la venganza de su muerte por parte de sus compañeros de lucha.
En la realidad, el movimiento feminista latinoamericano hizo una petición de reivindicación desde 1981, misma que fue asumida en 1999 por la ONU, invitando a gobiernos, organizaciones internacionales y organizaciones de la sociedad civil a convocar actividades dirigidas a sensibilizar a la opinión pública sobre el problema de la violencia contra las mujeres.
Hace 59 años las hermanas Mirabal fueron asesinadas y silenciadas, hace 20 años la ONU reivindico un poco de su historia, instaurando cada 25 de noviembre como el “Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer”. Por ellas, por nosotras y por las que vienen sigamos esa lucha, no permitamos que nadie nos silencie y digamos fuerte y al unísono #NiUnaMás
Sé que en todas nosotras, vive un poquito de la valentía de las hermanas Mirabal.
Espero les haya gustado tanto como a mí y como siempre
¡Gracias por leer!
Con amor, YZ.
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