Este libro llegó a mí por recomendación de mi novio. Siempre que estoy en mood “quiero leer sobre política” le pido recomendaciones a él (es politólogo egresado de la UNAM), entonces no podría tener mejor referencia. La verdad a la hora de elegir que leer soy súper cursi, me dejo llevar por lo que estoy sintiendo en ese momento de mi vida. Por ejemplo, ahora estoy leyendo algo muy espiritual, terminé una novela de Vargas Llosa (que por supuesto escribiré sobre éstos dos libros en futuras entradas) que me dejó estresada, en serio es muy fuerte, leía cosas que no imaginaba que alguien pudiera hacer, realmente atroces, pero bueno, de eso ya hablaremos después.
El punto acá, es que siento que la mente, las emociones y mi espíritu de lectora son tan sabios como el cuerpo, literal nos va pidiendo lo que necesitamos en el momento ¿a alguien más le pasa? Espero que sí. No hagamos caso omiso, escuchemos atentamente a ese espíritu lector que vive dentro de nosotros y nosotras.
Regresemos a Utopía. Cuando lo terminé de leer pensé: ¿qué sentiría Tomás Moro si se entera que su obra sirvió para incorporar la palabra utopía al lenguaje cotidiano? Sí, en enserio. Aunque en su libro -Utopía- es el nombre de una isla, hoy en día, lo utilizamos para nombrar sociedades idílicas o hipotéticas, que fue justo lo que él construyó en su libro. También podemos utilizar el término para describir comunidades y formas de organización que quisiéramos fueran de otra forma. Hay infinidad de libros, películas, relatos, cuentos, etcétera que utilizan la utopía, ya sea para hacer críticas, para reflexionar sobre la situación actual y como podría mejorar, como esperanza de un mejor futuro o como orientación y meta. En libros, la utopía más famosa es “Un mundo feliz” de Aldous Huxley, si no la has leído te la recomiendo ampliamente (creo que también tengo que escribir sobre él).
Otra cosa que me pregunté fue: ¿será que Tomás Moro sabe que su obra fue fuente de inspiración para el marxismo? Ese sistema filosófico, político y económico que hasta el día de hoy se discute en todas las aulas del mundo, que ha inspirado a millones de académicos en todo el orbe y que ha generado miles y miles de impresiones, publicaciones, libros, coloquios, exposiciones, tertulias, platicas profundas entre amigos, tesis de doctorado, y un largo etcétera.
Ojalá que lo sepa. Que también sepa que su legado sigue vigente hasta hoy en día, de hecho una chica llamada Yuli Zuarth en el año 2018, después de 502 años, está escribiendo sobre él en su Blog.
Moro nos describe el Estado ideal de una República mediante la comunidad ficticia llamada Utopía, los habitantes vivían en paz, armonía e igualdad. No existía la propiedad privada, el ejército, ni la intolerancia.
Podemos esbozar que una de las cosas que lo inspiró a escribir esta obra fue encontrar el medio para hacer una fuerte crítica a gobiernos tiránicos y sobre todo a la instauración de la propiedad privada. ¿Por qué estar en contra de la propiedad privada? Moro considera que provocó el nacimiento de sentimientos negativos en la humanidad, como el ver a las y los demás como competencia, poniendo énfasis en quien posee más bienes. Entonces el otro, al ser competencia, es un obstáculo de nuestra dicha, impidiendo relaciones genuinas y Paz. Para Moro sería ideal un Estado sin propiedad privada porque todos producirían y disfrutarían de los bienes por igual. La desigualdad y revoluciones asociadas a carencias, desaparecerían. Confiaba que el progreso de la humanidad era posible.
El autor nos invita a ser más pragmáticos, buscar soluciones y no conformarnos con lo que “está dado”, siempre ver otras posibilidades con solidaridad y empatía, porque somos uno, y porque si existe un mal, éste es colectivo, nos afecta a todos y todas. Aunque a veces no nos demos cuenta.
¿Y cuáles fueron algunas influencias históricas para Moro? Escribe Utopía veinticuatro años después del descubrimiento del Nuevo Mundo, cuando comienza el capitalismo. Era una etapa de cambios de paradigma muy radicales en el mundo. Moro se inspiró en "La república" de Platón, lo cita en muchas ocasiones, así también en anécdotas de viaje de Américo Vespucio.
Algunos datos curiosos de la comunidad Utopía:
En esa sociedad ideal, a pesar de que fue escrita hace más de 500 años, la mujer ya trabajaba.
No existía la ociosidad, el lujo ni la voluptuosidad. Las y los habitantes tenían pleno amor al cultivo de las letras, se ejercitaban y consideraban el estudiar como un honor. A diario valoraban y agradecían por sus alimentos. Creían que la felicidad se fundamentaba en dar impulso a la libertad e inteligencia.
Por supuesto, encontré varios statements un poco misóginos como este: “las mujeres atienden a sus esposos”, “la mujer era más débil”. Ni Moro se salva de esas observaciones.
Algo que me encantó es que daban especial atención a la salud, ser médico era un honor y los hospitales eran sumamente cuidados “no hay nadie en toda la ciudad que al enfermar no prefiera más ser atendido en el hospital que en su propio hogar”. Consideran a la salud como base y fundamento de toda la felicidad. "¿Quién, estando despierto, no comprenderá si tiene salud, a no ser que carezca de ella?".
“Es una insensatez despreciar la hermosura del cuerpo” refiriéndose a nuestros sentidos, podemos escuchar, aspirar perfumes, ver atardeceres.
Los sacerdotes podían tener esposas.
“A ninguna de las familias campesinas le falta nada, pues de ellas provienen todos los alimentos de los ciudadanos”, mencionó.
No hay quien sea pobre ni quien mendigue. Toda la isla era una gran familia.
No prestaban atención al oro ni la plata, no poseían más valor que el que les dio la naturaleza.
Los utópicos se maravillaban de quienes les atraía el dudoso resplandor de cualquier brillante o piedra preciosa, cuando los resplandores del sol o de las estrellas se nos ofrecen gratuitamente.
Arruinar la felicidad del prójimo para alcanzar la de uno mismo es una acción inmoral.
Aborrecían la vanidad, “algunos se enorgullecen creyendo que son mejores que los demás porque llevan ropas más lujosas, por lo que se equivocan dos veces, pues no es más pequeño su error dando a su vestido más valor que a su persona”.
“Mientras más sencillo y natural sea el significado de una ley, más comprensible será para todos”.
Detestaban la guerra. No a la guerra entre religiones ¿Por qué una habrá de quererse imponer ante otras?
Tener lo fundamental, no caer en excesos de la opulencia.
Al final de cuentas, Utopía era la forma de estado que él deseaba para todo el mundo.
Es sorprendente como un librito tan pequeño (sólo fueron 126 paginas) puede enseñarnos tanto. Lo gocé y estoy disfrutando tanto escribir estas letras para ustedes.
Y quiero cerrar con esta pregunta que plantea Moro: ¿Quién desea más cambiar el orden social si no aquel que no está conforme con su presente condición?
Yo no estoy conforme con muchas cosas, por ejemplo con el machismo, la misoginia, la discriminación y la desigualdad. A pesar de que dentro de mí late un corazón en paz y feliz, no puedo dejar de lado que allá afuera hay una niña que está siendo violentada, que no puede estudiar o que no tiene que comer.
Y tú ¿Qué quieres cambiar en el mundo?
Espero te haya gustado esta entrada, nos vemos pronto.
Con amor, Yuli Zuarth.
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